Luis Federico Leloir (París, Francia, 6 de septiembre de 1906 - † Buenos Aires, Argentina, 2 de diciembre de 1987), fue un médico y bioquímico argentino que recibió el Premio Nobel de Química en 1970, siendo el primero de los dos únicos hispanos en conseguirlo (junto con Mario Molina). Su investigación más relevante, y por la cual obtuvo la distinción que le otorgó fama internacional, se centra en los nucleótidos de azúcar, y el rol que cumplen en la fabricación de los hidratos de carbono. Tras su hallazgo se lograron entender de forma acabada los pormenores de la enfermedad congénita galactosemia.
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Curiosidades
*En la década de 1920, Luis Federico Leloir se encontraba almorzando junto a unos amigos en el Ocean Club de Playa Grande, en Mar del Plata. Cuando le sirvieron un plato de langostinos pidió que le acercaran ciertos ingredientes de diferentes salsas, lo que al mezclarlos creó la . Tiempo después bromeó con que "si la hubiese patentado ahora tendríamos mucho más dinero para investigar".
*Los 80 mil dólares con los que la Fundación Nobel lo premió por su distinción en ciencias químicas, fueron donados íntegramente al Instituto Campomar para continuar su labor de investigación; de hecho Luis Leloir, en sus 40 años de trabajo allí, jamás cobró sueldo, e instó a sus compañeros de trabajo a almorzar en el laboratorio las viandas que llevaban desde sus hogares. Fue tan cuidadoso con el dinero invertido en investigación y con el gastado para otros fines, que usó un banco al que le faltaba el soporte metálico durante 20 años, atado con hilos por él mismo.
*El 10 de diciembre de 1970, día en que fue anunciada su condecoración con el Premio Nobel, dijo: "
Es sólo un paso de una larga investigación. Descubrí (no yo: mi equipo) la función de los nucleótidos azúcares en el metabolismo celular. Yo quisiera que lo entendieran, pero no es fácil explicarlo. Tampoco es una hazaña: es apenas saber un poco más".
*Otro científico argentino que obtuvo el Nobel fue César Milstein; quien relató lo siguiente:
"cuando aún era un estudiante y me encontraba por realizar mi tesis, varios me mencionaron que viera a Leloir para hacer la Tesis. Él vivía en un laboratorio de la calle Costa Rica, un sucucho. Dentro de la casa que tenía un zaguán, había un tipo con guardapolvo gris, flaco, típico gallego. Este es el gallego del Instituto pensé, y le dije: "Che, dónde está Leloir?" Me miró y me dijo 'Soy yo'. Se me cayeron los pantalones".
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